Desde 2012 hemos revisado muchas opciones de trabajo, combinaciones de colores, formas, texturas, conceptos, y seguimos buscando cosas nuevas cada día, elevando el límite y tratando de sorprendernos a nosotros mismos. Nos inspiramos por este reto peculiar.
Es la harmoniá que distingue el ramo de Lacy Bird creado con esa harmonía, del ramo, que fue ensamblado solamente usando las reglas de Lacy Bird. El secreto es simple y complejo al mismo tiempo: se trata de un florista que no solo trabaja de acuerdo con las instrucciones, sino que invierte una parte de sí mismo en el ramo: su capacidad de observación, intuición, emociones, experiencia consciente.
Tomamos la identidad en serio, así que hemos solicitado la ayuda de una oficina de diseño con el concepto de nuestra marca. Ella responde a nuestra misión y valores.
Las tendencias no se toman del aire, por lo que no ignoramos la agenda mundial. Por ejemplo, antes era muy popular pintar flores, y fuimos los mejores en eso, pero ahora usamos el material pintado cada vez menos, porque la belleza natural de la flor está en tendencia.